La lluvia, el viento, los cortes de luz no fueron impedimentos para meditar la venida del Espíritu de Dios, celebrar nuevamente Pentecostés y reflexionar sobre los dones y frutos que el Espíritu Santo nos regala para caminar en la vida por el camino de Jesucristo que nos conduce al Padre Dios.
En esta oportunidad se aprovecho de celebrar el cumpleaños de nuestro capellán, P. Luis Rubio que acabada de cumplir un año más de vida y 22 sirviendo sacerdotalmente en nuestro país entregándosele como obsequio un casulla con su estola verde.
Entre los textos reflexionados estuvieron: