Como es tradición en la pastoral del Liceo, esta vez con 54 jóvenes, visitaron con alegría y cariño a quiénes viven en la calle, en la Vega Central. Se comparte un poco de café, una sopita, y se produce el encuentro, que ha sido llamado “Carrete con Cristo”, porque es encontrarse con el Jesús abandonado y pobre de nuestra ciudad.